Más barato
Según los datos de la concejalía de Economía, en la actualidad mantener cuatro turnos diarios de agentes en estos espacios supone algo más de 1,2 millones de euros al año, con un gran nivel de absentismo laboral, ya que se trata de policías que están en su periodo de segunda actividad y todos ellos ya tienen alrededor de cincuenta años. La contratación de vigilancia privada costará alrededor de 600.000 euros al año, la mitad de lo que cuestan los agentes, «y no hay problemas de absentismo, ya que la empresa contratada tiene que garantizar el servicio».
A partir de la implantación de la seguridad privada, alrededor de medio centenar de policías podrán trabajar de forma habitual en las patrullas en la calle.
Los que ahora están en los edificios de vigilancia, pasarán a tareas de oficina e información, con lo que policías más jóvenes que ahora se dedican a atender el teléfono o a hacer papeleo, podrán estar en las calles en contacto directo con el ciudadano. «Es aprovechar la plantilla que tenemos para tareas verdaderamente policiales», dice Eduardo Moral, que además señala que el Ayuntamiento se ahorrará la enorme cantidad de horas extraordinarias que muchos de esos agentes hacen cada semana.